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La búsqueda en mejorar la calidad de vida para las personas que integran la Feria, nos llevó a echar mano a las enseñanzas de nuestros antepasados para beneficiar a los que quisieran sumarse a ella. En la perseverante educación a los valores que se supone eran la columna vertebral que constituían su pueblo: entre ellas las relaciones interpersonales de la cosmovisión, como debían crecer sus hijos, como debía ser su futuro y muchas veces la propia supervivencia, cultivaron los más valiosos valores que dejarían luego de legado a las futuras generaciones; nosotros rescatamos unas de las prácticas más comunes de ellas: EL PASAMANO. El Pasamanos: fortalecía nuestro deseo de un futuro mejor, una mejor calidad de vida, compañerismo, ayuda mutua, responsabilidad, puntualidad, cultura de trabajo, transmisión de identidad, de orden, respeto, paciencia y visión en los negocios, debiendo trazar una estrategia para invertir el dinero que recibiríamos de la manera más acertada. Enseñar a nuestros hijos a practicarla para que adquieran experiencia en la iniciación de un negocio, en la inversión, la prudencia en los gastos, la capacidad de responder a las cuotas (solvencia), la seguridad de que en el Pasamanos ganemos todos, sin perjudicar al prójimo y la importancia del valor “de y a la” palabra. Contagiarnos del grado de interdependencia que existía en los habitantes de las regiones del altiplano Argentino-Boliviano, que hoy constituyen nuestro Patrimonio Cultural y Humano, surgen del espíritu de la colaboración mutua, basada en la estructura funcional del Pasamano que perdura hasta hoy y no se pierde en el tiempo, por la solides de las acciones conjuntas en beneficio de todos.
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